Cuando alguien entre de nuevo a mi mundo, quiero que lo tome como es: como un lugar acogedor, como estar en una casa con paredes blandas llenas de colores suaves, pero de miles de colores al fin y al cabo. Un lugar curvo, con muchos espacios escondidos donde encontrar nuevas cosas día a día.
Como un lugar de caricias suaves, de palabras tibias, de tardes de domingo, de languetazos de perro y salidas a caminar. De películas antiguas y libros al sol. De incondicionalidad. De un poco de distorsión bohemia y pequeños placeres. De carcajadas con ganas.
Pero también de fragilidad, nunca olvidar esa fragilidad que hay que cuidar.
1 comentarios:
<3 larga vida a los lengüetazos.
tk.
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