Tú eres el tormento que yo amo.
Voy lamiendo esos trozos rotos que dejan escurrir el agua dentro de ti.
Es un río de tormento inacabable.
Tu fragilidad es mi agonía y a la vez lo que yo más quiero.
¿Qué es lo tuyo y qué es lo mio?
Escribo esto porque yo siento ese dolor tan mío.
Y tú sólo trazas la línea que lo separa de mí.
Deja que el río fluya de la herida,
Qué más te da si estoy ahí o no esperando que se cierre?
Qué más da?
Sólo espero que cuando el calor evapore el agua que hay en el cemento,
aún me encuentres allí, mirándote.
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