Cuando tu situación es mi situación pasada, no puedo más que apoyarte.
Porque pareciera que el universo me exigiera que te prestara el hombro que a mi no me prestaron.
Es tuyo, apóyate. Porque ahora somos compañeros de batallas diarias. Peleamos con nuestras pequeñas armas. Y nuestras victorias, que parecen diminutas frente a la inmensidad de las estrellas que nos cubren, se transforman en nuestros recuerdos más dulces.
La vida no te exige ganar, solo dejarte querer al perder,
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