La rana señalará que el dolor se hace eterno.
Porque aunque adornó su estanque con bellas flores de loto, las piedras que arroja el hombre forman ondas inacabables en el agua.
El agua que forma su hogar, desde afuera parece verde oscura, pero es transparente. Es más transparente que el aire. Penetrable.
Y a los niños les da tanta risa que la rana salte cuando siente las rocas caer.
Pero siempre que salta cerca de mi oreja, ella susurra:
- Déjalo ir porque ya hizo lluvia.
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