El Espectáculo

Me encerraron en una pieza contigua a la tuya, similar, pero sin ventana alguna. Me pregunté si podías verme desde donde tú estuvieras, porque sabía que estabas cerca, pero no sabía cuanto.
Me sentía como en una exhibición. Quería que pararan de mirarme, sentía risas y no había de qué reirse, sentía doscientas trece miradas sobre mí, golpeando con un martillo mi cuerpo.
Y la única mirada que me importaba era la tuya. No era el sentirme el espectáculo principal de un circo lo que me inquietaba, sino que tú me vieras perturbada, vieras mi expresión de miedo . Siempre de miedo. Como un pequeño ciervo enjaulado. Miedo a las risas, miedo a tu risa, miedo a ser sacada de mi jaula eterna, miedo a ser imperfecta.