En el tiempo, todas las máquinas viajan

Es el ocio, me repito. Espero que sea eso. Remordimientos. Arrepentimientos. Pena. Angustia. Sonrisas que surgen por recuerdos gratos. Deseos de que todo vuelva a ser como antes. Ganas de haber dicho cosas que no me atreví a decir.

¿Por qué mi máquina no para de viajar en el tiempo?

Sé que algunos me dirán que viajar en el tiempo es físicamente posible.
Otros me dirán que deje los fantasmas atrás.
Una me dirá que...puta feñita que lata....y luego me recomendará ver un vídeo chistoso.
La otra no me dirá nada, porque hace mucho tiempo que no lo hace.
Uno me dirá "clash, te entiendo" mientras sigue absorto en sus problemas
Quizás otro me dirá que siente exactamente lo mismo que yo, y quedará en shock.
Otra me dirá que "que cuatica tu vida"
Y el último me contará que el sintió lo mismo una vez que con la....

Y al final, Nadie puede evitar que nuestras máquinas viajen en el tiempo. Porque eso hacen, porque de esos infinitos viajes, aprendemos, nos culpamos para luego mentirnos a nosotros mismos y decirnos que si no hubiéramos tomado las decisiones que tomamos, no hubiéramos sido los mismos. Luego escribimos algunas cosas sobre las cicatrices que nos deja la vida y hacemos parecer como si todo el dolor y la angustia que alguna vez sentimos, valió la pena y que no podríamos vivir sin esos recuerdos, aunque sean los peores.

Pero aunque nos guste como somos en el presente, y aunque quizás casi todos los consejos que nos den, deriven en lo mismo, la verdad es que no podemos evitar sentir como si se parara nuestro corazón al viajar en el tiempo: recordar ese olor a colonia inglesa que nos pasaba la abuelita con un algodón para sacarnos la suciedad del cuello, la sensación de una mañana a las 6 que nos recuerda a una noche de desvelo pensando en casas de gnomos y en un lago con arco iris, el olor del desodorante de un ex que nos recuerda a un amor infantil y sincero, el movimiento de algún mueble que nos recuerda una noche que debimos haber olvidado...

Y allí estamos, viajando en el tiempo cuando nunca quisimos ser astronautas ni científicos locos cuando chicos, sino que agrónomos o psicólogos de perro porque amábamos la naturaleza.

Allí estaremos, hasta que los recuerdos actuales sean borrados por recuerdos futuros, que serán más dolorosos, más lindos, más impresionantes, más audaces.