Este es el mundo de niños que construimos para escapar del tedio de los días corriendo sin descanso, de aquellos nuevos desafíos que descubren nuestros miedos y de las heridas del pasado que ya se van sanando con cada sonrisa tuya.
Nos miramos a los ojos y sabemos que estamos en nuestro reino de gatos. La verdad es que no necesito mucho más que saber que ese mundo está allí, reservado para nosotros.
El resto es cotidianidad (esa que se lleva el tiempo).
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